#ElPerúQueQueremos

Cronologia del Antiguo Peru (Parte XXX) – Intermedio Tardio – Señorio Chimu

Publicado: 2012-10-07

La Huaca “La Esmeralda”, situada detrás de la iglesia virreinal de Mansiche, en Trujillo, se levanta en una plaza rectangular. Muestra claramente dos etapas constructivas, habiendo sido muy afectada  por la acción de los huaqueros y por la utilización de parte de los materiales de construcción de la antigua estructura por una ladrillera. A la etapa más antigua corresponde un edificio aterrazado, con una rampa hacia el este, que presenta decoración en relieve mostrando escaques y anzumos (hurones o nutrias); el espacio está delimitado por altas murallas, presentando la ubicada orientada al norte, hacia el exterior, se encuentra una decoración en forma de pequeños escaques en relieve. El edificio fue limpiado y restaurado parcialmente por Constante Traverso en los años 60. Se trata de una pirámide trunca conformada por dos plataformas superpuestas, a cuya parte superior se llega por medio de rampas. Tales plataformas están constituidas por escalones decorados con relieves en su cara visible. La parte más antigua, al centro de la estructura, presenta decoración geométrica y zoomorfa, la que aparece incluso en los lados de la rampa central. Fue cubierta por una segunda construcción que trae también decoración en relieve, sobre todo ornitomorfa y romboidal, con el añadido de algunas habitaciones a los lados.

La llamada Ciudadela Squier colinda con el conjunto denominado Martínez Compañón, ha sido cortada por la autopista Trujillo-Huanchaco, y originalmente conformaba un gran recinto cuadrangular de 400 x 350 m de lado. La Ciudadela Gran Chimú está ubicada al noreste, mostrando en su vestíbulo la llamada sala de los arabescos, por la decoración mural en relieve que se ubica allí, y conforma el recinto amurallado más grande de Chan Chan. Un elemento importante al lado de la sala mencionada, parece ser un horno de grandes dimensiones, en cuyas inmediaciones se ha encontrado residuos de evidentes labores metalúrgicas. El conjunto denominado Velarde, por su parte, muestra paredes ornamentadas, que fueran descubiertas por el Prefecto de Trujillo, Carlos Áureo Velarde, en 1907. Un friso, destruido parcialmente por el fenómeno El Niño de 1925, fue nuevamente ubicado por J. Burr, en 1970. La ornamentación corresponde a motivos curvilíneos en relieve, representando crustáceos, peces, caballitos de totora, aves y personajes humanos, que muestran tocados alargados y puntiagudos. Aquí, por obra del INC La Libertad, en el 2007, se descubrió la entrada al conjunto, hacia el noreste, custodiada por dos hileras enfrentadas de “guardianes” tallados en madera, que miran al centro del pasaje de acceso al conjunto, que están actualmente en estudio y recibiendo tratamiento protectivo de laboratorio.

La Huaca Toledo es una pirámide escalonada que cubre un área de 12,000 m2. Presenta una cerca rellenada con ripio sobre la que se levantan estructuras menores que se superponen. Se estima que se trata de la mítica “Huaca del Peje Chico” de la que Ricardo Palma habla en sus “Tradiciones”, de la que habría procedido un  importante tesoro. La Huaca “El Olvido”, es una estructura piramidal conformada por tres terrazas superpuestas, con un patio rectangular y recintos menores construidos en piedra rústica, mientras que el edificio central está levantado con adobes rectangulares, estando muy destruida por excavaciones clandestinas de buscadores de tesoros. La Ciudadela o Palacio Tschudi, llamada también Primer Palacio, muestra una puerta de acceso al noreste. Está rodeada por una alta muralla de más de 12 m, con unos 4.50 m de ancho en la base. En la parte del acceso presenta un gran patio ceremonial con cuatro puertas, opuestas dos a dos, un par de estrechas aberturas laterales y dos anchas. Una de acceso a nivel del piso, y la otra en el remate de una amplia rampa, que permite seguir hacia el interior del conjunto. Los muros están decorados con tableros horizontales y una repetida figura de anzumo con la cola levantada. Hacia el norte y al lado exterior del patio ceremonial se observa otra decoración en relieve representando peces que bullen  dentro de canales y hacia la base aparecen figuras de piqueros en parcial alto relieve.

Luego de una calle que divide los ambientes, aparece un segundo patio y entre ambos se encuentra un conjunto de recintos casi cuadrangulares, separados unos de otros mediante muros decorados con rombos que llegan a perforar las paredes en algunos segmentos. Cada uno de estos recintos, a los que Kent Day denomina “audiencias” y que nosotros llamamos “templetes”, muestra decoración en relieve especial. Así hay uno que trae lunas llenas, mientras que en otro ambiente se muestran aves en vuelo, con las alas levantadas, y otro sector más allá, presenta aves recortadas tecnomórficamente como si fueran diseños textiles bordados. Las paredes de este sector presentan ornamentación en relieve, en forma de cuadrángulos o rombos, como si se tratara de redes diseñadas en los muros.

Los corredores que comunican con cada una de las “audiencias” presentan las paredes decoradas en relieve con figuras ornitomorfas o geométricas. Hacia el sur del patio ceremonial aparece un conjunto de depósitos cuadrangulares que encontráramos vacíos, ordenados en dirección a un espacio rectangular alargado que presenta 24 grandes hornacinas que habían sido selladas rústicamente con adobes y terrones. Aquí aparecen también cuatro portadas enfrentadas dos a dos –dos a los lados, una a la entrada y otra a la salida del espacio así delimitado-. La segunda sección presenta un patio con una puerta de acceso sobre la calle transversal y otra al lado opuesto, como remate de una rampa. Este segundo patio está también decorado con figuras en relieve y pintadas sobre un poyo que se extiende por tres lados en la base de los muros. La sección toda, está conectada con una serie de recintos y pareciera tratarse de un área residencial. Detrás de este patio, hacia el suroeste, aparece una extensa y profunda excavación que llega hasta la napa freática, con unos 110 m de largo por 60 m de ancho en la base, a la que se llega por largos y estrechos corredores y que presenta un camino en declive o rampa, que baja en caracol hasta el espejo de agua, que se encuentra delimitado por muretes de cantos rodados.

Hacia la prolongación que conforma la base de la L del conjunto, aparecen ordenados en filas, 58 recintos de 4 m de lado, que se comunican con el interior de la estructura por un pasadizo independiente, creyéndose que se trata de una especie de campamento militar. En el ángulo oeste del conjunto se presenta un bloque en forma de tronco piramidal, que trae 30 recintos subterráneos, hecho de barro y cascajo, con interiores enlucidos, de 1.80 m de ancho y el techo de 1 m de espesor, como lo señalamos antes, sector al que tradicionalmente se ha denominado como “El Presidio”, conformando una masa de 5 m de alto, con un patio anterior. Al centro se encontraba, a un nivel más profundo, una excavación en forma de I, que parece haberse tratado de la tumba de un gran Señor, mientras que los cubículos que aparecen a ambos lados y al fondo podrían haber servido de depósitos de ofrendas. Hacia adelante se encuentra una rampa zigzagueante que baja hacia el patio, y  al lado noreste de la plataforma se ubican varias tumbas construidas con igual material, a menor altura, algunas de ellas presentando sobre el techo, depósitos cuadrangulares de poca profundidad, conteniendo abundante polvo de mullo.

Hacia el norte aparece un gran rectángulo con base en el muro delimitatorio del huachaque y las altas paredes del remate del conjunto, separándose del área reservada para sepultura de un gran Señor un corredor enmarcado por un murete rústico. En esa sección se ha ubicado algunos entierros y elementos culturales aparentemente relacionados con el Horizonte Medio. El conjunto del Primer Palacio o Ciudadela Tschudi, recibió nuestra atención preferente –junto con la Huaca Arco Iris- a pedido del Comité Pro-Restauración de Chan Chan que presidía el Dr. Guillermo Ganoza Vargas, entre 1964 y 1970 y en la actualidad se continúa en la misma tarea por cuenta de un Proyecto Especial del Gobierno Central.

El Segundo Palacio, o Conjunto Rivero, es más pequeño que Tschudi y se ubica más cercano al mar, delimitado por una doble muralla de adobe, con un pasadizo intermedio de 2.10 m de ancho. La distribución de las estructuras interiores es similar a la de Tschudi, en tres sectores separados por calles transversales. No presenta una cisterna muy grande, sino un pozo de cierto tamaño fuera de los muros. Kent Day ubicó aquí, en la entrada al conjunto hacia el noreste, un grupo de tallas de madera policromadas, que representan guardianes colocados en especiales ranuras verticales ubicadas a ambos lados de la portada. Hay en su interior, un montículo denominado “Huaca de la Misa”, de unos 15 m de alto, excavado por los huaqueros  y derruido en forma irregular, mostrando lo que parecen ser pasajes y aposentos o tumbas al interior de la masa constructiva. El primer tramo de las construcciones en Rivero, corresponde al patio de entrada, con las estructuras relacionadas que surgen en su entorno. Un segundo segmento está caracterizado por la presencia de una plaza, audiencias o templetes y depósitos. Y, hacia el fondo, una plataforma funeraria sumamente deteriorada por obra de los saqueadores de tumbas.

Chayhuac, al lado suroeste de Tschudi, es una de las secciones más destruidas de Chan Chan, habiendo sido usada como campo de cultivo hasta tiempos relativamente recientes. Hacia adelante aquí, al norte, aparecen estructuras dispersas y hacia el fondo, se encuentra una plataforma de gran tamaño. Cabildo o Laberinto por su parte, es un conjunto de forma rectangular, encerrando una superficie de 148,500 m2. Estuvo decorado, pero las lluvias de 1925 se llevaron la ornamentación en relieve que exornaba los muros. Squier registró la regularidad de la agrupación de 111 recintos en torno a cada plaza.  Por otro lado, se ha denominado Tello a un grupo de estructuras no bien definido, en alto grado de deterioro, que muestran en la superficie secciones con acequias excavadas en forma de S, en lo que pudo haber sido un jardín. El conjunto Bandelier, en tanto, es un cuadrilátero encerrado por un muro de 390 por 320 m de lado, que muestra tres patios ceremoniales o plazas interiores, aquí también se ha encontrado recientemente una portada custodiada simbólicamente por “porteros” o “guardianes”, tallados en madera, colocados a ambos lados del vano y enfrentando el espacio vacío intermedio.

La denominada “Ciudadela Uhle” se encuentra también delimitada por un muro perimétrico de gran altura. A simple vista aparece segmentada en cinco secciones. Hacia delante hay una explanada que termina en una plataforma rectangular cuyos muros están decorados con relieves curvilíneos y casi naturalistas. A continuación aparecen 5 grupos de estructuras con techos a dos aguas. Hacia atrás se ubica un huerto o jardín y se concluye con estructuras sumamente deterioradas no bien identificadas. La Huaca “El Higo”, situada hacia el sureste de la parte nuclear de la ciudad, está rodeada de huachaques. Se trata de una estructura piramidal levantada con piedras y adobes. Al parecer es el resultado de tres períodos de ocupación, estando el último decorado con frisos en relieve; mientras que  “Calvario de los Incas”, llamado también “Hrdliçka”, es un recinto rectangular colocado casi al borde del acantilado que mira al mar de Huanchaquito. Se trata de un cementerio, sobre todo de niños, rodeado por una muralla y con un pequeño promontorio hacia el noreste.

“Tacaynamo”, también denominada “Chore”, es una huaca ubicada en el distrito de La Esperanza, parcialmente liberada de escombros por Iriarte y luego por el personal del INC La Libertad. Se trata de una plataforma elevada, a cuya parte superior se accede mediante una ancha rampa, cercada en tres de sus lados por una alta pared de corte trapezoidal. En el sector ya limpiado en parte del material de relleno procedente de la destrucción de los sectores superiores del edificio, se ha encontrado una gran cantidad de fragmentos de decoración mural en relieve, que debió estar ubicada originalmente en la plataforma superior y terminal del edificio, ornamentación que corresponde por lo menos, a tres fases sucesivas de labrado, pintada de varios colores. Aquí han aparecido también decenas de tallas de madera, completas o fragmentadas,  representado personajes humanos en diversas actitudes, con variada vestimenta, que parecieran ser parte de una representación teatral al modo de marionetas. Se han encontrado, así mismo, miniaturas textiles y un buen número de pequeñas láminas metálicas recortadas en forma de peces, con perforaciones para pasar hilos y colgar de los vestidos de categoría, a lo que debemos agregar una gran cantidad de recortes de Spondyllus pictorum y de Conus sp., además de un sorprendente enorme número de semillas de Nectandra pichurin (pallar del gentil), que se emplea, en collarines mágicos contra el mal de ojo, en la actualidad.

El Templo del Arco Iris, llamado también Huaca “El Dragón” o “Cien Pies”, inicialmente trabajada por Schaedell, y luego por Iriarte, ha sido parcialmente restaurado luego de su limpieza. Se encontró, en el corredor que rodea a la plataforma central, un conjunto notable de tallas de madera antropomorfas y numerosos entierros de niños y de llamas. Se trata de un edificio conformado por una plataforma alta, a la que se asciende mediante una rampa, plataforma que muestra a los lados un total de 14 cubículos sin puerta de acceso, algunos de los cuales han arrojado, al momento de excavarse, gran cantidad de conchas Spondyllus recortadas en variadas formas, por lo que se estima que se trata de depósitos de esos materiales, exprofesamente hechos para cumplir con ese fin, a los que podía bajarse desde la parte superior de la muralla interna, mediante el uso de escalinatas de soga anudada.

El conjunto se encuentra encerrado por una alta muralla de adobe, de corte trapezoidal alargada. Todo el edificio está profusamente decorado con la figura reiterada de una anfisbema, que forma el personaje central de la ornamentación, se figura así  una sierpe de dos cabezas que parecen devorar a un pequeño ser humano tocado con un gorro puntiagudo, del lomo de la serpiente salen garfios a modos de rayos, y debajo de la figura curvada surgen dos personajes aparentemente felínicos o peces estilizados, disputándose un objeto oblongo. Remata hacia arriba un friso que muestra una procesión de danzantes que llevan en las manos un bastón de ritmo, con el rostro cubierto por una máscara en forma de cabeza de mariposa, y entre cada paño del muro decorado aparece una banda separadora, en la que se ubican otros personajes, como una figura zoomorfa descendente y otras formas serpentiformes más. Es posible que todo el edificio estuviese pintado de amarillo ocre, que se ha desprendido o desvaído por la insolación o la pluviosidad ocasional, y solo perdura la decoración en relieve.

“Pacatnamú”, sobre la “Barranca”, al norte de la desembocadura del río Jequetepeque, muestra sectores amurallados con construcciones piramidales que presentan acceso a la parte superior a base de rampas. Se trata de un enorme conjunto de carácter religioso, de paredes levantadas con  adobes, que se cree debió ser un importante centro de poder del período. El área se divide en tres sectores, cruzada por dos calles que van de Este a Oeste, ubicándose al centro una gran plaza. La ciudad toda estaba protegida al exterior por una gruesa muralla y se comunicaba con otros centros poblados por medio de caminos enmarcados por paredes que se conservan parcialmente.


Escrito por


Publicado en

Tacaynamo

Arqueologia, Antropologia y Cultura. By Francisco Iriarte Brenner (@firiarteb)