#ElPerúQueQueremos

Cronologia del Antiguo Peru (Parte XXXXIV) – Pervivencias Prehispanicas en el Mundo Actual

Publicado: 2012-12-19

Entre otras podrían señalarse las siguientes:…

“1. Porque su realización ocurre en períodos de óptimas condiciones climáticas para su producción  es decir sin los factores climáticos que podrían limitarla. Si bien en algunas comunidades la cerámica se manufactura todo el año, la que se hace, durante la estación de lluvias es escasa y cara respecto a la de la estación seca, debido a que en este período su producción aumenta en forma envidiable. En este sentido, las ferias ofrecen una salida inmediata y sustancial a la cerámica manufacturada durante la estación seca.

2. Gran parte de las ferias, o al menos las más importantes, ocurren después de las cosechas, es decir, cuando los productos pueden intercambiarse por cerámica, lo que permite a los alfareros procurarse de productos alimenticios, mediante compra o trueque.

3. La cerámica negociable no se elabora en todas las zonas del país, y aunque hay muchos sitios productores de cerámica doméstica, sólo unos cuantos centros manufactureros como Quinua (Ayacucho), Raqchi-Tinta (Cusco), Pucara (Puno) y Aco (Junín) en la sierra central y sur; Tarica (Áncash), Olleros (Lima), Mórrope (Lambayeque), Simbilá (Piura) y Huancas (Amazonas) en la costa y sierra norte son los productores de la mayor parte de la cerámica decorada que se merca en las ferias importantes del país… Así, mientras en el Perú existen dispersos unos 250 centros productores de cerámica doméstica, sólo se reconocen unos 10 centros productores de cerámica fina, que se distribuye principalmente a través de las ferias.

4. Finalmente, debido a que las ferias se realizan durante la época seca cuando las carreteras y caminos son  fácilmente transitables; además, con pocas responsabilidades agrícolas, la población puede desplazarse sin mayor apremio a las ferias, incluso cubriendo grandes distancias…”

Para 1923, Toribio Mejía Xesspe, trata en un artículo el tema de “La industria cerámica entre los aborígenes del Perú, que se reproduce en el “Boletín de Lima”, N° 61, de 1989, que a la letra dice: “En las diferentes regiones andinas del país existen industrias legadas por los primitivos peruanos, las que son exp0lotadas, en la actualidad, por los descendientes de aquellos. Una de estas industrias es la alfarería o cerámica, que constituye la más original herencia. Verdad es que el arte observado por los chimús, nascas o naskas, ha desaparecido completamente, en lo relativo al contraste de los dibujos y colores; pero la manipulación de los objetos más útiles del hogar aborigen no se ha extinguido, pues, casi en todos los departamentos del país existen obreros de esta industria. La fabricación de los utensilios de cocina es la base primordial. Los alfareros tanto los del norte, como los del centro y sur, conserva n en su mayoría los mismos procedimientos de antaño. Estos observase así: tienen pocas conocidas, según las condiciones atmosféricas de la región para la elaboración de los objetos predilectos, generalmente escogen los plenilunios de las estaciones secas. Para la fabricación de las diversas clases de objetos cerámicos, tienen, así mismo, arcillas conocidas así, por ejemplo, para las ollas y otros objetos de cocción son diferentes como las hay también otras para los cántaros, platos y demás de esta índole… Para la elaboración de los objetos cerámicos, poseen cada cual una habitación, independiente, provista de todos los menesteres. Se sientan unos frente a otros, por grupos y separados por sexos, y entre una amena charla comienzan la tarea, mientras los dueños de casa sirven raciones de coca, cancha o tostado, chicha o cualquiera otra bebida… A veces para estimular el trabajo comienzan a canturrear ciertas canciones adaptadas al caso… Para la fabricación de los diferentes objetos tienen multitud de modelos hechos unos de la misma arcilla y otros de madera, conocidos con el nombre de callampas, Es de admirarse la rapidez con que elaboran los artefactos, rapidez únicamente comparada con la de los panaderos diestros. Mientras unos forman la base, otros hacen el vértice y demás partes a medida que van haciendo, van colocando en orden, por hileras. Una vez desecado a la sombra, los objetos fabricados los someten a un baño de minio (óxido salino de plomo, color verde, rojo-anaranjado que resultan enlozados y, por último, los queman unos en hornos ad-hoc y otros sin ellos con ichu o sirle. Terminadas las faenas de cocción preparan el embalaje correspondiente, de una manera artística, con abundante paja en unas red es de cuero o soguillas de lana, denominado, desde ese momento cachipas… Según  las necesidades que tienen, tanto los fabricantes como los pueblos, se dirigen con una partida de llamas, adornadas las orejas y cuello con madejas de lana fina multicolor colgadas al cuello con campanillas o cascabeles altisonantes y cargadas con artísticos chchipas, en compañía de sus mujeres, hijos y allcos (perros) hasta el lugar designado, donde principian a comerciar. El comercio entre los indígenas consiste generalmente en el canje de sus industrias, pues el dinero, para ellos, de suma necesidad, como puede serlo la provisión  alimenticia y es por esta causa que el negocio se reduce exclusivamente al trueque de sus objetos, así, por ejemplo, las ollas o mancas, los platos o chuas, los cántaros puyños y los objetos de arte femenil como mantas o llicllas, mantillas o phulluchas, abrigos o ponchos, fajas o bandas o Chumpes, etc., son  vendidos a base de productos alimenticios; maíz o sara, trigo, papas, hahuas (habas), cebada, quinua o quinuha, frutas o demás ajenos a la producción  de sus comarcas…”

Con referencia a la cerámica que se produjo antiguamente y la que se fabrica en el territorio peruano, concluiremos incorporando parcialmente, las informaciones de Lupe  Camino en su artículo “Olleros y sogueros de Sondorillo, Piura”, que se inserta en el Boletín de Lima, N| 61, enero de 1989, que transcribimos a continuación: “… Las ollas… Son fabricadas por los hombres. En la zona de Las Pampas, hay asentados alrededor de 50 olleros y en la Soccha, se desconoce el número, por encontrarse las viviendas diseminadas y no existir núcleos poblacionales, manteniéndose patrones no hispanos… Materias primas… El problema principal que refieren los olleros es la escasez de leña que cada día es mayor, Actualmente, usan solamente el sauce, aunque anteriormente empleaban otras variedades de árboles. La arcilla la obtienen de una mina llamada “de los gentiles” que se encuentra a dos horas, en bestia, desde Sondorillo. El transporte de la arcilla generalmente lo hacen en asnos que son prestados como retribución a algún servicio... Preparación de la arcilla…Es traída en sacos desde la mina. Esta se presenta en terrones, los cuales son deshechos con una barreta de madera, luego cernida en un arnero y amasada con agua y las manos. Se deja 2 ó 3 días dentro de un plástico o lienzo grueso, para que “agarre el temple”…

“Herramientas… - una barreta de tronco

-          Un molde que consta de dos partes: 1. la tapa y 2. la base.

-          Piedra fina (generalmente proveniente de Caleta Cruz, Tumbes)…

“Fabricación de la olla… El molde de arcilla cocida es recubierto con ceniza. Luego se extiende la pasta dentro del molde, dándole la forma. Se deja alrededor de quince minutos hasta que adquiera un poco de consistencia. Luego se saca el molde (las dos partes), se termina el gollete con la mano, las paredes de la pieza se emparejan con los dedos y la unión de los dos moldes con la piedra fina… Quema… Se hace cada quince o veinte días con leña que traen de los alrededores de Las Lagunas (distante dos horas a bestia) o la compran en Ciclamache, a la familia Elera, que la comercializa. Antes de cocer las piezas deberán asolearse por tres días. El horno consiste en un hoyo apenas insinuado en la tierra donde se colocan:

1. carca de res (estiércol)

2. las ollas en círculo

3. leña de sauce, recubierta con dos latas de brasas.

Todos los olleros queman un número similar de ollas y en igual periodicidad… La venta… El ollero prefiere cambiar sus piezas por medio de la llenada a recibir dinero. Cada ollero tiene un  mercado diferente, pero, sobre todo, se desplaza a las zonas altas de la sierra, donde nadie realiza este oficio, proveyendo así a toda la región de ollas… Estas se llevan a mano o en bestias, envueltas en redes y recubiertas por círculos de madera para cuidar que no se fractures… Utilidad… Estas ollas son de uso doméstico. Se las emplea para cocinar y para el almacenamiento de granos. Este almacenamiento se hace al ternando los granos con ceniza de bosta, molle o paique. Los únicos productos alimenticios que no se almacenan en ollas son las papas que se guardan en sacos; las variedades de papas que se conservan mejor son: la colorada, la guadalena, la molinera y la blanca…

Medidas de las ollas… El nombre de las ollas, está de acuerdo al número que puede cargar una bestia y a la capacidad que éstas puedan contener. Así se dice:

1. Las de 2 en carga: en cada una de estas ollas cabe un quintalillo (4 arrobas). Sirve para almacenar.

2. Las de 4 en carga: cada olla tiene la capacidad  de una arroba y media.

3. Las de 8 en carga: son ollas con capacidad para contener una arroba.

4. Las de 16 en carga: en cada olla caben 2 kilos de menestras.

5. Las de 20 en carga: son en las que caben dos kilos de arroz en cada una.

Todos los olleros fabrican las ollas iguales en forma y medida…

“Algunos de los lugares donde llevan las ollas… En la región: Yumbe, Yangalí, Sapalache, Panchia, Guayaquil, Ramipite, Pacaypite… En la montaña: Yimbo y Tabaconas… Las ollas más grandes se fabrican principalmente para las fiestas. La durabilidad de las ollas es de aproximadamente un año… Decoración… Las ollas de Sondorillo ningún  tipo de adorno. Solamente en el caserío de Lacte son adornadas con palomitas a la altura del gollete…”

Por cierto que es también enorme la herencia que tenemos recibida del antiguo personaje andino en la forma de entender el mundo que nos rodea, aunque no nos demos cabal cuenta de ello. La cosmovisión –y no sólo del campesinado- del hombre peruano en general, está llena de elementos procedentes de las formas precristianas y precientíficas que usara el antiguo habitante de estas tierras. Subsisten por ello, y con gran fuerza, las creencias tradicionales en el daño, el malojo, el susto, el chucaque, síndromes de males de origen cultural, que no son otra cosa que sobrevivencias o pervivencias, de los antiguos modos de entender al mal y a la enfermedad, a lo que cabría agregar el mantenimiento de los criterios populares especiales relacionados con los  alimentos y las bebidas calientes o frías. Situación similar a  lo que ocurre con ciertos elementos de la flora que poseen virtudes psicotrópicas como el chamico, el floripondio, la vilca, el ayahuasca, el sanpedro o achuma, el ishpingo y otros productos más, cuyo uso por curanderos y chamanes continúa, entremezclado hoy con  el empleo de elementos posteriores en el tiempo, actuales o casi,  como espadas de acero, crucifijos, imágenes de santos, agua florida, agua de cananga, perfumes, licores, etc., los que se acompañan con elementos de antigua data como vasijas de cerámica (huacos) de variado origen, conchas de caracol, piedras de formas naturales que parecen esculpidas, etc. Se constata fácilmente cómo se sigue considerando respetuosamente o venerando algunos sitios que se fueron cargando desde antiguo de especial fuerza sagrada o sacralizante, como ocurre con muchas de las cumbres de la cordillera y de cerros aislados, especialmente los nevados y los volcanes, así como a los manantiales, cuevas, lagunas y caídas de agua (pacchas), donde aún moran seres poderosos e irritables (apus, roales, jircas, huamanis, achachilas), que suelen intervenir en la vida de las comunidades, castigando o premiando a los seres humanos según sus caprichos y las virtudes o defectos de las gentes, seres a los que hay que respetar y homenajear, congratularse con ellos, mediante el “pagapu”; es, de otro lado, bastante común que muchos de estos sitios, a donde se acostumbraba realizar en la antigüedad grandes peregrinaciones –y no sólo en el mundo andino, sino en la misma Europa-, en oportunidades de varios días de recorrido y de permanencia en el lugar, reciban ahora advocación cristiana, por la aparición  de figuras relacionadas con la religión traída por los hispanos, que suelen identificarse con formas anteriores, precristianas, gentiles o paganas, pero que concluyen por unirse con la Cruz, los Santos Patrones, la Virgen o Cristo, a lo largo y ancho del territorio nacional, con  numerosas variables, tal como podemos ver en el Ausangate, Cusco, con el Señor de Coyllur Riti, que se sitúa al pie del nevado de antigua sacralidad, contando con  la presencia segura de numerosas comunidades del entorno, o también con la Virgen de la Tirana, al norte de Chile, a donde acuden en piadosa peregrinación familias y pueblos enteros de Bolivia, Perú, Chile y Argentina, en una masiva manifestación de fe, de miles de personas, que deben portar consigo los elementos necesarios para su sostenimiento, en un lugar donde el resto del año solo permanecen, a lo sumo, unas 20 familias.


Escrito por


Publicado en

Tacaynamo

Arqueologia, Antropologia y Cultura. By Francisco Iriarte Brenner (@firiarteb)