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Aproximación al arte precolombino (Parte I)

Publicado: 2013-01-07

Introducción:

Frente a las diversas -y aún contrapuestas- maneras de tratar de entender y de relacionarnos con el mundo estético, especialmente con las formas surgidas en nuestro país en épocas prehistóricas, intentaremos, en este volumen,  presentar en forma  más o menos ordenada y para la comprensión de todos, un panorama –por cierto- parcial e incompleto, del arte peruano antiguo a través de los tiempos, desde la lejana época de la primera presencia humana en nuestro territorio, hace ya más de 20,000 años,  hasta la llegada de los europeos, en el 1532, encuentro que significó por cierto, un extraordinario intercambio en concepciones ideológicas, morales, científicas y estéticas, así como el empleo de diversos y nuevos materiales y técnicas en la realización de los afanes de embellecimiento de obras de variado valor, como consecuencia del enfrentamiento con las condiciones específicas del medio al que arribaron esos diversos grupos humanos y que, conforme se iban asentando aquí, se relacionaban y confrontaban entre sí.

Etapa inicial del largo y oscuro período éste, en la que se pierden -y consecuentemente se desconocen- innumerables datos del proceso habido. Para esta época, para la que contamos tan solo como fuente de información, con algunos pocos elementos arqueológicos, testimonios monumentales de variado origen y diversas calidades, con ausencia prácticamente total de información escrita, salvo para aquellos momentos que antecedieron ligeramente y siguieron al encuentro y choque con las gentes europeas y africanas, momentos para los que se puede contar además, con algunos pocos datos de carácter oral, trasmitidos generacionalmente por los descendientes de los incas y otros pueblos que habitaban estas tierras, a lo podrá agregarse con cierta dificultad, algunas pervivencias que se manifiestan en las formas tradicionales y anónimas del mundo del folklore, muchas veces cargadas de una sensibilidad extremadamente compleja y que ha ido recibiendo, incorporando y adecuando una notable serie de maneras conductuales, técnicas, estéticas, planteamientos ideológicos y de todo otro orden, procedentes de grupos exteriores al área andina central.

De otro lado hay, por cierto, diversos modos de acercarse y tratar de comprender al fenómeno estético en sí,  variados marcos teóricos e ideológicos, y hay también diferentes formas de presentar las múltiples manifestaciones de aquello que denominamos la belleza. Algunas de las formas estéticas han sido estudiadas -y a profundidad-, en otros textos, por otros autores, pero no hemos encontrado obra alguna que agrupe a esas expresiones del sentir espiritual del mundo andino central y, por el contrario, se manifiesta una extraordinaria proliferación de escritos que tratan de una u otra forma artística en especial, muchas veces sin una clara visión del espacio-tiempo nacional y de las mutuas relaciones con los otros sectores de la cultura, entre los diversos factores intervinientes, y por lo general además, se trata muchas veces de trabajos impregnados de una visión europeizante, lo que evidentemente desdibuja y esconde el contexto de lo propio, de lo auténticamente nuestro.

Por cierto que no pretendemos introducir nuevas o novedosas maneras de entender lo estético, tampoco intentamos ingresar a tediosos –y muchas veces- incomprensibles debates filosóficos sobre el tema. Simplemente trataremos aquí, de mostrar algunas especialidades del arte que, a través de las vicisitudes históricas, se han presentado y se presentan en nuestro territorio, por obra de las gentes peruanas de todos los tiempos, a través de su propia cosmovisión y de sus necesidades estéticas endógenas, adecuadas a, o provenientes de, las condiciones del territorio y de las gentes que lo habitaron y lo pueblan actualmente, así como de los datos que podemos haber logrado por las experiencias empíricas a lo largo de la vida en contacto directo con esos testimonios en distintos puntos del territorio nacional casi 70 años.

Trataremos de dar entonces, una base de conocimientos sobre las técnicas empleadas y los materiales que se usaron para realizar las obras de arte que realizaron los hombres del ayer nacional, así como de las ideas que han orientado el quehacer estético otrora, y ocasionalmente, nos referiremos a las sobrevivencias de algunas de esas artes que aún tienen vigencia en el mundo centro andino moderno, como lo podemos constatar con cierta facilidad, y que mantienen un mercado destinado hoy fundamentalmente al turismo, como suvenires, sin dejar por ello de cumplir algunos papeles en la vida actual de las peruanas gentes.

Los juicios estéticos implican, de un modo u otro, la apreciación, la valoración, sobre las cualidades de agradar o de belleza, que forman parte también de juicios de orden moral y aún prácticos. Juicios implícitos, en su mayoría, en las sociedades primitivas y tradicionales, en categorías y criterios que requieren habilidades de conocedor, por lo que una valoración emitida sobre un tema de lo estimado estético, por un extraño a una cierta comunidad, cualquiera que ella sea, implica necesariamente un sesgo de apreciación; pero es posible, sin embargo, con el respeto y cuidado debido, descubrir estándares técnicos y estéticos incorporados en las obras de una cultura y comunicarlos a otras gentes. A pesar de la evidente dificultad de su aprehensión, son los juicios estéticos los que tipifican la naturaleza y características de una cultura, mejor que cualquier otro tipo de comportamiento que pueda tenerse. El arte en general, la música, la danza, la literatura de una sociedad, abarcan los ideales de forma y contenido que distinguen a una tradición cultural de otra. Formas y estilos artísticos, que son el resultado de la actividad de muchas personas a través del tiempo, que han juzgado, elegido y actúan de acuerdo a ciertas concepciones compartidas por la comunidad a la que pertenecen, sobre los temas de la belleza, su necesidad, su valoración.

Boas, en su “Primitive art”, sostenía que “…Cuando la técnica ha logrado cierto estándar de excelencia, cuando el control de los procesos empleados es tal que se producen ciertas formas típicas, decimos que el proceso es un arte e, independientemente de lo simples que puedan ser dichas formas, se las puede juzgar desde el punto de vista de la perfección formal; los propósitos industriales, como cortar, grabar, modelar y tejer, así como el hecho de cantar, bailar o cocinar, son susceptibles de alcanzar la excelencia técnica y formas fijas…” No olvidemos que el artesano, el artífice, el autor o creador, cualquiera que sea su campo de especialización, no solo produce artefactos útiles, lo cierto es que da forma y decora canastas, telas, lanzas o alfares para hacerlas agradables a la vista y aún al tacto. El músico, el danzante y el narrador no repiten simplemente formas tradicionales heredadas de sus mayores, las embellecen y crean y recrean nuevas formas a su gusto, pero con la segura intención que también agraden a su público. El artista, realmente, lo que hace es utilizar sus habilidades para producir formas mejoradas o novedosas de ámbitos conocidos -que en realidad son pre-existentes en su mundo-, que expresan los ideales culturales de su grupo, y que es posible juzgar mediante cánones estéticamente válidos para su comunidad.

Hemos querido, por ello, desde un comienzo, deslindar el campo sobre el que vamos a desplazarnos en este texto. No es este trabajo un tratado de estética, pues el autor no es un especialista en el tema, de allí que consideremos que no se trata de otra cosa que de una “aproximación al arte”, para lo que no se requiere ser, precisamente, un artista. Tampoco ha sido intención nuestra tratar sobre el arte en general, pues solo pretendemos, tímidamente por cierto, acercarnos al contenido y a las formas de las artes que se desarrollaron en nuestro mundo centro andino antes de la llegada de las gentes europeas y africanas a este territorio. Nuestra formación de arqueólogo y antropólogo nos da pie para ello, pero sin pretender tener la última palabra ni la visión única y última, que otros quisieran, más aún cuando sabemos que los avances en la investigación de campo y laboratorio, están logrando hallazgos sorprendentes relacionados con el conocimiento del pasado, a través de técnicas novedosas, que vienen aplicándose poco a poco por los especialistas nacionales y extranjeros: Radio Carbono, Termoluminiscencia, Magnetismo residual, Hidratación  de la obsidiana, etc.


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Tacaynamo

Arqueologia, Antropologia y Cultura. By Francisco Iriarte Brenner (@firiarteb)